Escrito por Kevin Cann:
A principios de febrero de este año empecé un experimento individual utilizando una ventana de la alimentación restringida considerando mi número de calorias. Mi horario no es constante, y estoy muy ocupado entre la finalización de la escuela de posgrado y dos trabajos. Disminuir la cantidad de comidas que he tenido que preparar ha hecho mi vida mucho más fácil, y he visto algunos resultados fantásticos, pero para los que están convencidos tengan cuidado.
Un estudio reciente mostró los posibles beneficios de comer en una ventana de la alimentación restringida. Los ratones alimentados dentro de esta restricción mostraron estar protegidos contra la obesidad, la hiperinsulinemia y la inflamación, tenían un mejor control motriz, y otros factores metabólicos importantes fueron mejores en comparación a los ratones que dejaron comer deliveradamente durante todo el día. La pieza más interesante de este estudio es que ambos grupos comieron la misma cantidad de calorías de una dieta alta en grasas (Hatori, 2012). En mi experiencia personal a lo largo de los últimos 4 meses, mucho de esto ha sido verdad.
Estoy aun mas delgado durante este periodo que cuando jugaba soccer en la universidad. Soy capaz de mantener un 6% de grasa corporal sin ningún tipo de inconveniente. En el pasado, cualquier caída por debajo de 10.8% tenían consecuencias negativas en mis niveles de energía y la recuperación. La parte loca de todo esto es que ni siquiera he estado comiendo tan bien como como lo hacía en el pasado tampoco. De hecho hubo un periodo de 5 semanas en el que estaba comiendo un 60% paleo y el 40% paleo basura, cuando el consumo de alcohol se añade. Ha habido derroches de comida chatarra, pizza, y comida rápida durante la noche borracha un par de veces durante este período. Sorprendentemente, fui capaz de mantener 170 libras y la grasa corporal del 6%. Esto no es del todo tan bueno como parece.
Adelgace demasiado entre la escuela y el trabajo, y esto me afecto. Esto hizo que mis niveles de estrés subieran, y ahora que he tenido menos tiempo para mí mismo, mi manejo del estrés personal fue lo primero que decayo. Esto hizo que mis niveles de energía bajaran brutalmente. En lugar de detener esta caída a continuación, al ver las señales, decidí manejar mis niveles de energía bebiendo más café. Llegue a consumir alrededor de 6 tazas de café en promedio por día. El aumento de la estimulación disminuye la calidad de mi sueño, y mi estado de ánimo empezó a ser negativo. Mi rendimiento en los entrenamientos y la recuperación fueron disminuyendo, y en realidad tengo mi primera lesión en mis 5 años de entrenamiento. Aquí es donde mi dieta comenzó a declinar.
Tambien escribí un artículo sobre cómo el estrés afecta a los neurotransmisores y los antojos por la comida . En el artículo cite un estudio de Dallman que mostró cómo los glucocorticoides aumentan nuestros antojos de alimentos azucarados altos en calorías. Dallman también concluyó en su trabajo que ella cree que la gente realmente come estos alimentos para ayudar a aliviar la respuesta al estrés crónico que presentan (Dallman, 2003). He encontrado esta conclusión interesante a la vez, pero no estaba seguro de qué pensar.
Nunca he sido una persona que sea conducido por adicción a la comida. Cuando comencé a comer paleo yo fui capaz de cortar toda la basura sin ningún problema. Pero cuando me encontraba realmente estresado me hice hincapié de que estos antojos eran tan fuertes que realmente me convencí a mí mismo, a través de forma subconsciente , de que estaba bien en comer este tipo de alimentos. De esta experiencia creo que la conclusión de Dallman puede tener razón.
Tal vez nuestros cuerpos se han adaptado para manejar los factores estresantes crónicos de la vida cotidiana mediante el aumento de los antojos de alimentos altos en calorías y con alto contenido de azúcar. Estos alimentos se encuentran en abundancia y se encuentran literalmente en todas partes. No tendría sentido en una perspectiva lógica que nuestros cuerpos nos conducirían a estos alimentos fáciles de conseguir para hacer frente a un estrés que no podemos manejar de otra manera. Para apoyar aún más esta conclusión, mis antojos de estos alimentos disminuyeron cuando empecé a controlar mi estrés.
Una vez que me di cuenta de que me estaba cayendo a pedazos, decidí dar prioridad a mis problemas y solucionarlos uno por uno. Tomo un suplemento de melatonina para ayudarme con el sueño y trato también de irme a dormir más temprano. Me sigo comiendo las 2 comidas al día, pero si me da hambre a mitad de comidas entonces me como una pequeña merienda o snack. También he añadido más almidones a mis comidas para asegurarse de que no me encuentre demasiado bajo en mi ingesta de carbohidratos. El hacer esto me ayudó a disminuir el consumo de cafeína. Me he centrado la mayor parte de mis entrenamientos en los ejercicios correctivos que permitan ampliar la espalda. Dentro de una semana estaba de vuelta a la normalidad.
Fui capaz de mantener mi forma de comer con una ventana de alimentación restringida, mientras revertía una situación muy estresante. A lo largo de todo este proceso no he aumentado de peso o de grasa corporal, que es un factor muy interesante teniendo en cuenta mi cortisol en aumento y alimentos con alto contenido de azúcar. Sin embargo, he mantenido este peso aproximado y el porcentaje de grasa corporal durante bastante tiempo ahora. Mi experiencia también aumenta mi creencia de que el ayuno intermitente puede jugar un papel crucial en la salud y el bienestar si somos capaces de mantener el adecuado manejo del estrés, dormimos bien y hacemos ejercicio con prudencia.
Referencias
Dallman, María (2003). El estrés crónico y la obesidad. www.pnas.org. Obtenido el 17 de abril de 2012.
Hatori, Megumi (2012). Tiempo de alimentación restringida sin reducir la ingesta calórica previene enfermedades metabólicas en ratones alimentados con una dieta alta en grasas. Diario de Cell Metabolism. Consultado el 9 de junio de 2012.
Constantino Samuel Alarcon Mery says
Me paso casi igual, sume y sume horas de ejercicio y descuide el sueño y el stress crónico me hizo dar tropezones en el trabajo y luego salí de vacaciones y realmente no disfrute una competencia dura, solo me alivie cuando dormí uno o dos días bien y libre de preocupación … En realidad uno debe liberarse nadie lo hará por ti y hay que saber leer los síntomas para retroceder y volver a hacer.